VIAJE DE ESTUDIOS A
ITALIA DE PRIMERO Y SEGUNDO DE BACHILLERATO
Nuestro viaje de estudios se ha convertido en una
experiencia inolvidable para todos nosotros, tanto para los 55 alumnos que
fuimos entre primero y segundo de bachillerato, como para los profesores.
Además de ver ciudades preciosas y con gran historia de Italia, lo pasamos bien
y mejoramos la relación entre todos nosotros, consiguiendo que no hubiera
ningún problema.
Salimos de Murcia el sábado 17 de diciembre sobre
las 7 de la mañana hacia el aeropuerto de Valencia, para coger un avión a Pisa, que salía a las 12 y cuarto. Al
llegar a Pisa eran casi las 2, por lo que fuimos cerca de la torre y tuvimos
tiempo libre, en el que podíamos hacernos fotos con la torre o visitar la
catedral, ya que el baptisterio se podía ver pagando entrada. También podíamos
comer por allí o hacer algunas compras en un mercadillo de souvenirs .Después, a media tarde, nos montamos en el autobús hacia Florencia. Llegamos casi de noche, por lo que fuimos al
restaurante andando, y de camino vimos lugares como la Plaza de la Señoría, con
recreaciones de esculturas muy famosas, como el David de Miguel Ángel, la
fuente de Neptuno… y después de cenar, nos fuimos al hotel, donde nos
juntábamos por la noche varios para hablar y reírnos de lo que había pasado a
lo largo del día.
Al día siguiente, desayunamos en el hotel y
visitamos la ciudad, sus basílicas e iglesias (donde se entierra Miguel Ángel,
entre otros), muy ricas artísticamente y el mirador o la Plaza de Miguel Ángel,
desde donde se podía ver toda la ciudad. Pudimos entrar a La Academia, ahora
convertida en un museo, de la cual destaca el David de Miguel Ángel por sus
grandes dimensiones y su gran realismo (las venas y los costados muy marcados,
como si fuera real y estuviera respirando) y por la tarde a la galería de los Ufizzi , con
entrada libre, donde se veían obras de Leonardo Da Vinci, por ejemplo. Tras
esto, teníamos tiempo libre para comer una deliciosa pizza, pasta, o un gran
helado y hacer algunas compras, o visitar el puente Vecchio y ver sus casas
colgantes. Después, fuimos a cenar, y luego, de vuelta al hotel.
El lunes, tras desayunar, fuimos a la ciudad
medieval de Siena, en la Toscana,
donde destaca por ejemplo su catedral, muy rica en mármol, que contrasta con el
resto de la ciudad. Las calles están inclinadas y el suelo es muy antiguo,
donde no hay aceras. Allí vimos una gran plaza en la que se podía comer y donde
suelen hacer una fiesta en la cual reúnen muchos caballos. Por la tarde salimos a visitar Orvieto, y cogimos una
especie de bus-elevador (funicular) para llegar hasta la zona turística, ya que está
elevada y no soporta grandes pesos, puesto que se encuentra horadada por pozos y galerías. A
pesar de la lluvia de ese día, fue muy bonito pasear por sus calles y tiendas y
ver los mercadillos con los productos típicos.
Ya de noche, fuimos a cenar a Roma, y después al hotel, muy bonito.
Al día siguiente, después del desayuno, hicimos una
visita en bus por la ciudad, parando en algunos lugares. También fuimos al
Vaticano, donde impresiona su gran lujo y comimos por allí. Luego seguimos
viendo la ciudad, de la cual destaca la plaza Navona con sus fuentes, la plaza
de España y su escalinata y las tiendas cercanas, repletas de lujo, muy
caras; también los deliciosos capuchinos del “Greco”, el Panteón y su gran abertura circular, la gran Fontana de Trevi
de noche, con su iluminación, las Termas…
El miércoles madrugamos para visitar las magníficas ruinas de
Pompeya, con los restos de personas,
las casas y comercios, el Lupanar… perfectamente conservados, y comimos todos
juntos. Luego regresamos a Roma para
dar un pequeño paseo de camino al restaurante y después regresar al hotel.
El último día visitamos el Coliseo y el Panteón,
aunque este último era opcional, ambos de dimensiones impresionantes. Tas comer
y hacer algunas compras nos despedimos de Roma y nos fuimos al aeropuerto para volver
a España en el avión de las 21:15. Llegamos a Valencia sobre las 00h. y cogimos
el bus hacia la puerta del instituto, donde llegamos sobre las 03h.
A pesar de estar muy cansados, a todos se nos veía
una sonrisa al bajar del bus, reflejo de todo lo que habíamos vivido allí, algo
INOLVIDABLE.
Rocío Hernández Sánchez
2ºBachillerato