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La Conferencia de las Partes (COP), se reúne anualmente en conferencias mundiales en las que se adoptan decisiones para respetar los objetivos de lucha contra el cambio climático. La COP que se celebrará en Parísdel 30 de noviembre al 11 de diciembre será la 21ª, de ahí el nombre de COP21.
La COP21 de París es especialmente relevante, pues en ella se debe alcanzar un acuerdo que permita mantener el aumento de la temperatura media del planeta por debajo de los 2ºC a finales del siglo XXI. Esto difícilmente ocurrirá si no mantenemos la concentración de CO2 en la atmósfera por debajo de las 450 ppm (actualmente estamos en unas 400 ppm).
Los acuerdos de la COP21, sean cuales sean, entrarán en vigor el 1 de enero de 2020.

¿Por qué el objetivo de 2ºC?

2ºC es el calentamiento máximo que se podría considerar “seguro” para evitar un punto de no retorno, es decir, un calentamiento tal en el que la naturaleza dejaría de absorber CO2 y se convertiría en un emisor neto de gases de efecto invernadero (por liberación del metano de la tundra, del fondo del mar, por incendios forestales generalizados y masivos…). Esto desencadenaría una serie de círculos viciosos (retroalimentación) que nos conducirían a un enorme listado de problemas, y todos importantes. Simplemente mencionar aquellos que pueden afectar al ser humano de una región como la nuestra, bajo un punto de vita “egoísta”:
  •  Olas de calor extremo, con efecto en agricultura y la salud humana.
  • Cambio en patrón de lluvias: en general, donde llueve poco lo hará menos, y donde llueve más, se intensificarán en exceso. En nuestro caso, ya tenemos los datos que nos dice que llueve diferente: lluvias más intensas cuando llueve, y periodos más largo de sequía.
  • Disminución de alimentos de todo tipo de origen debido a peores condiciones generales de producción.
  • Mayor extensión de enfermedades tropicales y alérgicas porque los transmisores (p.e. mosquitos) van encontrando más calidez en zonas antes vedadas por el frio.
  • Pérdida de las playas, inundaciones de zonas urbanas (p.e. La Manga)  y la actividad turística.
  • Mucho más dinero empleado en infraestructuras costeras (mucho más de lo que imaginamos) al estar tantas ciudades junto al mar.
Desafortunadamente, nos encontramos en la trayectoria de emisiones que nos conduce a esta situación, siendo el año 2015 el más caluroso de la Historia.


Las buenas noticias es que aún tenemos cierto margen de maniobra para evitarlo, o al menos reducir la fuerza de los impactos y aprovechar la necesidad de cambiarlo todo. Y, muy recomendable según la Ciencia, hay que hacerlo a un ritmo intenso para aprovechar las oportunidades y crear empleo, seguridad, equidad y bienestar.

¿Qué cabe esperar de la COP21?
Lo cierto es que hay buenas expectativas sobre ciertos avances muy significativos. Los precedentes recientes hacen tener cierta esperanza. Hablamos del pacto entre EEUU y China que prevé que para 2025 EE UU, recorte sus emisiones de gases que retienen el calor (dióxido de carbono y otros) entre un 26% y un 28% con respecto a los niveles de 2005. China —el mayor emisor mundial— seguirá aumentando sus emisiones hasta alcanzar su nivel máximo en torno a 2030 —o antes si fuera posible—, fecha en la que iniciará la reducción. Es la primera vez que Pekín se fija un plazo para iniciar la rebaja de sus emisiones.
Por su parte la Unión Europea  se presentará a la cumbre con un objetivo vinculante de reducción de al menos un 40% la reducción de las emisiones nacionales en el 2030 en comparación con 1990. Este objetivo estaría en sintonía con el objetivo de reducción de emisiones del 80% para 2050.
Son grandes avances, sí, pero aún podemos ir más allá y cosechar más beneficios si somos ambiciosos. Se están dando los pasos correctos, nos estamos moviendo, pero el clima está cambiando ya y la ciencia tiene dudas sobre si nos movemos lo suficientemente rápido.

¿Y después de la COP21?

Como se suele decir “espera lo mejor, pero trabaja para lo peor”. La sociedad civil no puede quedar impasible a la espera de un acuerdo internacional. Llevamos unos 20 años de conferencias y nada ha cambiado desde entonces. Seguimos encarrilados en una trayectoria que nos llevará al desastre.



 En Murcia el equipo de Nueva Cultura por el Clima tiene muy clara esta visión y por ello se puso  al servicio de todos aquellos que quieran unirse a la lucha. Estuvieron en nuestro IES, concienciando a los alumn@s, explicando qué es y para qué sirve esta cumbre y  para que aistieran a la marcha organizada para el 29 de Noviembre